La encomienda templaria de Monzón fue una de las más poderosas de la Corona de Aragón. Muchos de sus comendadores fueron Maestres provinciales de Aragón y Cataluña. Los hermanos templarios de Monzón juraban defender la Orden y los Santos lugares. Frares entregados a los votos (pobreza, obediencia y castidad), a la vida monacal y a los capítulos secretos de la orden.
Héroes Legendarios fraguó sus orígenes en el legendario castillo de Monzón (Huesca); su fortaleza sirve de inspiración al grupo, y ha albergado varios de sus eventos multitudinarios y de recreación, como si en los albores del tercer milenio todavía podiera oírse a los hermanos templarios orar en silencio por sus torres y pasillos.
Los Templarios de Monzón cobrarán diezmos, primicias, herbazgos y pontazgos, pero también defenderán a sus vasallos de amenzas externas, a los peregrinos y a los débiles. Siempre amparados por la misericordia del Altísimo.